Cogiendo el ritmo de África

Boa tarde, ya hace una semana que puse pie en Manhiça y esto va cogiendo color y forma. Los días han ido pasando mientras conocía lo que faltaba del centro y algunos de los estudios de investigación que se están llevando a cabo ahora mismo. El martes ya puse pie en el hospital, acompañada por el que será mi responsable en la parte clínica, el Dr. Sozinho uff, impresiona. Impresiona ver una sala de espera repleta de enfermos, la mayoría niños acompañados por sus madres y entre todos ellos, muchos con cara de estar graves. Impresiona saber que existe un ala destinada solo a enfermos de tuberculosis. Impresiona ver que los encargados de triar y en muchos casos de tratar, a unos 200 niños al día, son agentes médicos, porque no hay suficientes médicos para ello. Del mismo modo que en quirófano sólo disponen de un técnico de cirugía, el cual practica enre otras cosas, apendicectomías, herniorrafias, cesáreas. Las habitaciones de ingresados son de 8 camas. Los niñosque que van naciendo, como son tantos, los registran en un primer lugar como Innominado más el apellido, hasta que dispongan de nombe propio, y es así como aparece en sus cartillas de nacimieto y como son llamados mientras tanto;Por ejemplo, yo sería Innominada Díez. A todo niño que llega con fiebre se le realiza tst para descartar, en primer lugar, malaria. En fin, que son algunos datos que de entrada me han llamado la atención y he ido tomando nota, aunque no conciencia, esto será con el paso de los días.
Ayer estuve haciendo el censo de población con Albino, trabajador del departameto de demografía del centro. Sin duda la experiencia mereció mucho la pena. Fuimos a visitar todas las casas de un barrio de Manhiçá, para ir verificando datos acerca de los miembros que habitan en cada casa y si algunos salieron o fallecieron o si otros son nuevos integrantes de la familia. Podeis imaginar que en algunas casas pueden vivir unas 10 personas, en la mayoría de los casos dos adultos y el resto niños. Algunos de estos niños no son hijos biológicos, sino que familias vecinas acogen a niños huérfanos de padre y madre que en su mayoría fallecieron de SIDA. Las casas son hechas de cañizo, aunque otras de cemento y cuidan mucho la estética del jardín, donde nos recibian muy hospitalariamente; si nos veían llegar de lejos, ya nos estaban sacando dos sillas, o garrafas de agua en su defecto. Pero la mañana me dejó mal sabor de boca al contarme Albino que son muchas las casas en las que sólo tienen registrado niños; grupos de hermanos que han quedado huérfanos y sólo viven con la ayuda de algunos vecinos. Le pregunté que si no hay horfanatos y me dijo que sí, que inicialmente estos niños estaban allí pero que no sabe porque salieron al cabo de un tiempo; seguiré indagando acerca de esto, quiero enterarme de por qué ocurre esto y con qué sistemas cuenta el país para controlar esta población de niños huérfanos. Me gustaría visitar el horfanato de Manhiça y hacer algo, no sé qué, pero esto me ha dejado bastante tocada y desde ayer no se me quita de la cabeza. En fin, quería comparirlo con vosotr@s.
Hoy ya estuve pasando consulta de pediatría, en esta mañana vimos como 100 niños, asi que podeis imaginar a que velocidad, jeje. Pero bien, me ha gustado la experiencia. La mayoría de ellos con catarros banales, asi que por esa parte bien. Mañana más.
Bueno, ahora tengo que irme. Después o mañana os contaré como me fue ayer la celebración del día de la hispanidad en la embajada, en Maputo. Estuvo muy bien ese reencuentro con gente de la tierra y paella!! jeje. Allí volví a ver a Mónica, mi compi del avión, un encanto.
Estoy muy bien de salud y comiendo estupendamente mamá, quedaté tranquila.
Un beso y gracias por seguirme.